SAN ANTONIO – Una persecución a alta velocidad terminó con la muerte del sospechoso, un inmigrante indocumentado mexicano que salió de su vehículo con las manos en alto.
Los hechos tomaron lugar este 20 de febrero alrededor de las 7 p.m. en la autopista estatal 121 en Euless, Texas.
El percance comenzó cuando la policía de Grapevine respondió a una llamada de emergencia en un edificio en 3500 William D, Tate Avenue, donde el oficial Robert Clark encontró el vehículo de Rubén García Villalpando estacionado en el estacionamiento.
Villalpando empezó a conducir fuera del lote, por lo que el oficial – quien ha sido miembro del Departamento de Policía de Grapevine desde mayo del 2014 – inició la persecución a alta velocidad.
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De acuerdo a los reportes de la policía, Villalpando fue captado por la cámara de la patrulla, conduciendo erráticamente y evadiendo al oficial hasta que se detuvo a la altura de Cheek Sparger Road.
Allí, según los reportes de la policía, el hombre salió del auto a pesar de que el policía le ordenó en varias ocasiones que no se moviera.
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Villalpando continuó a dirigirse hacia el oficial con las manos en alto, desobedeciendo los comandos de detenerse y el oficial le disparó en dos ocasiones, indicaron los reportes.
El hombre, de 31 años, fue trasladado al hospital John Peter Smith de Fort Worth, donde fue declarado muerto; sin embargo, el gobierno mexicano condenó su muerte en una carta recibida por la policía de Grapevine y el Fiscal del Distrito Tarrant este miércoles por la noche.
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La balacera fue calificada en el documento oficial como el resultado “[d]el uso desproporcionado de la fuerza letal que resulta en la pérdida innecesaria de vidas y erosiona la confianza que debe existir entre las autoridades y las comunidades en las que operan”.
Pero, aunque la familia ha cuestionado el uso de un arma de fuego en lugar de una pistola eléctrica, la policía de Grapevine indicó que sus oficiales no tienen acceso ese tipo de armas neutralizadoras, según reportó NBC 5.
La policía de Grapevine dijo que se reunirían con el Consulado Mexicano este jueves por la mañana para discutir el caso, el cual continúa bajo investigación.
A Villalpando le sobreviven su esposa Marta y cuatro hijos.