ARIZONA - Un juez federal dio su veredicto sobre el caso en el que un ex agente de la Patrulla Fronteriza hirió a tiros a un mexicano cuando el mismo trató de cruzar la frontera sin documentos.
Se dice que el agente utilizó fuerza excesiva y abrió fuego sin justificación, por lo cual el juez ordenó una indemnización para la víctima por $500,000 dólares.
Jesús Castro Romo, de Nogales, Sonora, fue herido de bala en el estómago al ser sorprendido cuando cruzaba la frontera entre México y Arizona.
El ex agente Abel Canales no debió responder a cargos criminales después que el tiroteo fue calificado como justificado por fiscales de Colorado, quienes revisaron el caso debido a que los fiscales federales de Arizona tenían un conflicto de interés.
Ni la Patrulla Fronteriza ni el defensor público de Canales respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
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En el fallo del 5 de febrero, el juez James A. Soto otorgó a Castro casi medio millón de dólares como indemnización y dijo que Canales carecía de credibilidad.
"Canales tuvo amplia oportunidad para describir en detalle el encuentro con Castro, en presencia de su abogado, al día siguiente de los disparos. Y después, cuando había pasado tiempo y en preparación para el juicio, cambiaron los detalles de su testimonio y se agregaron nuevos detalles", escribió el juez.
El gobierno dijo en una respuesta presentada tras el proceso civil el año pasado que Canales no había cambiado su versión, sino que simplemente respondió a distintas preguntas en distintas ocasiones.
La defensa también alegó que el tiroteo estaba justificado por la ley de Arizona, que dice que un agente puede abrir fuego si lo cree necesario para protegerse a sí mismo y a otros.
En otro caso no relacionado con éste, Canales se declaró culpable de cobrar un soborno y permitir que un camión cargado de drogas y otros artículos de contrabando pasara un retén cerca de Tucson.
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Los disparos tuvieron lugar cerca del cañón Walker, cuando Canales avistó a Castro y otra media docena de migrantes que atravesaban el desierto a pie. Canales, que iba a caballo, detuvo al grupo y les dijo que permanecieran allí mientras llegaban otros agentes.
Canales dijo a los investigadores que Castro tomó una piedra, pero la soltó cuando se lo ordenaron. El agente creyó que Castro hizo un gesto como para tomar otra vez la piedra, pero no lo vio con la piedra en la mano, según la carta del fiscal federal en Arizona.
La carta firmada por el entonces fiscal Dennis Burke explica por qué no se acusaba a Castro de atacar a un agente federal.
Castro quedó con lesiones permanentes y solo puede realizar tareas livianas, según la denuncia.
La Patrulla Fronteriza ha sido acusada de uso excesivo de la fuerza, en especial cuando los agentes lidian con personas que arrojan rocas.
Una demanda interpuesta por la Unión Americana de Libertades Civiles en Arizona en representación de la madre de un adolescente mexicano que fue baleado por un agente desde el otro lado de la frontera alega que los agentes disparan indiscriminadamente a personas que sospechan están arrojando piedras.
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