La preocupación y el enojo reinan entre los residentes de algunas comunidades en donde podrían llegar los niños inmigrantes centroamericanos detenidos por la patrulla fronteriza.
Es por eso que más de 300 personas se reunieron en Grand Prairie ISD para mostrar su preocupación y dijeron que no respaldan el plan del gobierno.
Inclusive, hubo aquellos que dijeron que no quieren que los niños lleguen al área porque les preocupan las enfermedades que los niños puedan traer.
Pero también hay personas que quieren ayudar a los menores, tal es el caso de Jorge Hernández quien vive cerca de uno de los posibles albergues.
“No pues yo pienso que está bien, hay que ayudar a esos pobres niños ya están en el camino hay que acabarlos de ayudar a que lleguen”, dijo Hernández.
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La junta escolar afirmó que tomarán en cuenta las opiniones de todos para después entonces emitir una decisión final en una próxima reunión.