Una adolescente armada con una escopeta hirió a su propia abuela que cargaba a un menor. Después disparó varias veces contra los oficiales y finalmente se rindió y fue arrestada por la policía de Kennedale, Texas, en el condado Tarrant.
El incidente ocurrió el martes 10 de septiembre alrededor de las 11:45 p.m. y según la policía acudieron a un complejo de viviendas tras una llamada al 911. Cuando los agentes llegaron, consideraron que había una amenaza para la mujer y el menor. Les pidieron que salieran del apartamento y salieran a hablar con los agentes, pero en ese momento empezó todo.
Mientras la abuela y el menor intentaban salir por un tramo de escaleras dentro del complejo, los agentes escucharon un disparo, dijo la policía. La puerta de entrada del apartamento se abrió y los agentes presenciaron cómo la mujer se desplomaba con una herida en la espalda y todavía sostenía al menor, quien resultó ser hermano de la sospechosa.
La sospechosa adolescente tiene 17 años, pero como es una menor no colocaremos su nombre.
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Según la policía, mientras los agentes intentaban llevar al menor y a la víctima a un lugar seguro, la sospechosa disparó múltiples tiros a los agentes desde lo alto de la escalera con una escopeta, casi impactando a la víctima de nuevo.
La policía dijo que los agentes respondieron al fuego para evitar que el sospechoso continuara disparándoles. Aunque la sospechosa no fue alcanzado por los disparos de los agentes, estos dejaron de disparar.
Una vez que la víctima y el menor fueron puestos a salvo, la puerta del apartamento se cerró y los agentes se retiraron y se pusieron a cubierto. Poco tiempo después, la sospechosa, de 17 años, salió del apartamento con las manos en alto y se entregó.
La adolescente fue arrestada y transportada a la cárcel de la ciudad de Everman, donde fue acusada de intento de homicidio capital, dos cargos de agresión agravada a un miembro de la familia con un arma y tres cargos de agresión agravada a un agente del orden público con un arma.
La víctima fue transportada al Centro Médico de Arlington y actualmente se encuentra en condición estable.
"Según la información preliminar recopilada en el lugar, no hay duda de que los agentes se pusieron en peligro para proteger a una mujer inocente y a un niño mientras recibían disparos de la sospechosa que les disparaba desde lo alto de una escalera. Sin las acciones rápidas y valientes de los oficiales, es posible que hubiéramos tenido más víctimas de disparos o un homicidio. Estos oficiales realmente actuaron heroicamente”, dijo el jefe de policía de Kennedale, Mike Holguin.
