Los principales ejecutivos de nueve farmacéuticas que probablemente producirán las primeras vacunas contra el nuevo coronavirus firmaron el martes un compromiso sin precedentes destinado a impulsar la confianza del público en cualquier vacuna que sea aprobada.
Las compañías dijeron que se apegarán a los más altos estándares éticos y científicos en las pruebas y la producción de la vacuna, y tendrán como máxima prioridad el bienestar de aquellos que se vacunen.
El anuncio se produjo en medio de inquietudes en torno a que el presidente estadounidense Donald Trump presionará a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) para que apruebe una vacuna antes de que se compruebe que es segura y efectiva.
El mandatario ha dicho en repetidas ocasiones que una vacuna podría estar lista para finales del año, o incluso para octubre. Su Gobierno también está avanzando con lo que llama “Operation Warp Speed” (Operación a toda velocidad), un programa dirigido a acelerar el desarrollo y producción de vacunas.
En tanto, los funcionarios de salud pública han expresado dudas de que los datos adecuados sobre la seguridad y efectividad de una vacuna estén disponibles antes de noviembre. También temen que si los estadounidenses se alejan de la vacuna porque no confían en ella, el COVID-19 será más complicado de controlar.
El compromiso anunciado el martes fue firmado por los directores generales de las farmacéuticas estadounidenses Johnson & Johnson, Merck, Moderna, Novavax y Pfizer, así como por las compañías europeas AstraZeneca, BioNTech, GlaxoSmithKline y Sanofi. BioNTech se ha asociado con Pfizer en una de las tres vacunas que se encuentra en la última fase de pruebas en seres humanos.
Las compañías dijeron que buscarán la aprobación o autorización para uso de emergencia sólo después de haber confirmado que las vacunas son eficaces y seguras mediante una gran y última ronda de pruebas en humanos.
“Creemos que este compromiso ayudará a ganar la confianza del público en el riguroso proceso científico y normativo mediante el cual se evalúan las vacunas de COVID-19 y, en última instancia, se pueden aprobar”, señala el compromiso.