CNBC reportó que los próximos meses de la pandemia de COVID-19 estarán entre "los más difíciles en la historia de la salud pública de esta nación", al citar declaraciones del Dr. Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Redfield habló en un evento organizado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos y dijo que alrededor del 90% de los hospitales del país se encuentran en "zonas calientes y zonas rojas". Agregó que el 90% de las instalaciones de atención a largo plazo se encuentran en áreas con alto nivel de propagación.
“Nos encontramos en un momento muy crítico para poder mantener la resistencia de nuestro sistema de atención médica", aseveró Redfield. "La realidad es que diciembre, enero y febrero serán tiempos difíciles. De hecho, creo que serán los más difíciles en la historia de la salud pública de esta nación, en gran parte debido a la presión que se va a poner en nuestra sistema de atención de salud”.
Redfield agregó que las muertes causadas por COVID-19 ya están aumentando y señaló que el país está ahora en el rango de reportar entre 1,500 y 2,500 muertes por el virus todos los días.
Estados Unidos reportó el martes de más de 1,500 muertes por el coronavirus, según datos compilados por la Universidad Johns Hopkins mientras que las hospitalizaciones se sitúan en un máximo histórico de 98,600 en todo el país, según datos del Covid Tracking Project, dirigido por periodistas de The Atlantic.
Muertes podrían rondar el medio millón antes de febrero
Epidemiólogos, médicos de urgencias y especialistas en salud pública ya han advertido durante semanas que la siguiente oleada del virus podría resultar la más mortal hasta ahora. "Las preocupaciones sobre la mortalidad son reales (…) y creo que, lamentablemente, antes de que lleguemos a febrero, podríamos estar cerca de 450,000 estadounidenses [que] han muerto por este virus”, señaló Redfield.
Sin embargo, Redfield señaló que el país tiene las herramientas que necesita para reducir la gravedad del brote. Por ello abogó por el cierre estratégico de ciertas actividades sociales, como el consumo en bares y restaurantes bajo techo.
También dijo que estaba "decepcionado" cuando la ciudad de Nueva York cerró brevemente todas sus escuelas públicas el mes pasado, y agregó que las escuelas no parecen impulsar la propagación del virus.
Las palabras de Redfield surgen cuando el equipo especial del presidente Trump para la lucha contra el COVID-19 advirtió a los estados que el país está en el nivel más peligroso que se ha registrado durante la pandemia e instó a los gobiernos locales y estatales a desoir las instrucciones superiores que no vayan acorde a la gravedad del momento que se atraviesa.