MÉXICO - Un hombre de 31 años burló este lunes la seguridad en Palacio Nacional e interceptó al presidente Andrés Manuel López Obrador con el objetivo de pedirle ayuda para rehacer su vida tras salir de la cárcel.
"Es un joven de 31 años de edad, se llama José Luis y tiene una gran desesperación porque le plantaron droga y lo metieron a la cárcel dos años y no tuvo apoyo de abogado ni de nadie y al salir no encuentra la forma de salir adelante", refirió Leticia Ramírez, coordinadora de Atención Ciudadana.
El joven irrumpió esta mañana en Palacio Nacional y fue directo a hablar con el presidente sin importar que la conferencia matutina estaba en su curso.
El sujeto, quien se encontraba detrás del templete donde se realizan las conferencias en Palacio Nacional, de pronto caminó hacia el mandatario, quien estaba a un lado de la pantalla, mientras se daba un informe de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).
El hombre se acercó para conversar con el presidente, sin que ningún elemento de seguridad se lo impidiera; López Obrador lo tomó del brazo y lo escuchó.
Al mismo tiempo un trabajador en Palacio Nacional se acercó al hombre e intentó llevárselo, pero López Obrador pidió que lo dejaran hablar y después de unos segundos, el hombre se retiró junto con Leticia Ramírez.
En todo momento el presidente se mantuvo en calma, e incluso le dio algunas "palmadas" al joven.
Ramírez señaló que el joven no fue a buscar que se revise su caso en la Fiscalía de Durango, de donde es originario, sino a "encontrar un camino" para seguir con su vida.
Reconoció que aún no se sabe cómo ingresó a Palacio Nacional, ni tampoco cómo logró burlar la seguridad.
"Se está investigando cómo entró", contestó y descartó que haya entrado por la puerta de Atención Ciudadana.
López Obrador destacó que "no se puede tener tanta vigilancia", pues antes existía el Estado Mayor Presidencial y ahora sólo está la Ayudantía.
"Antes estaba el estado mayor presidencial, eran 8,000 vigilantes alrededor del presidente, un exceso", calificó.
Y aceptó que él como presidente y político está en riesgo pues "siempre he tenido contacto con la gente y ahora con la pandemia no puede escuchar ni convivir con la gente", lamentó.