CIUDAD DE MÉXICO - El Palacio Nacional se llenó de música y alegría con los aplausos de quienes asistieron a la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador sin saber que él cedería su tiempo para festejar a las mamás de este país.
"Muchas felicidades a todas las mamás en este día", dijo el mandatario durante el recital que ofreció Eugenia León, una de las mejores voces de México y muy afín al gobierno de López Obrador.
Pero afuera, en las calles, las palabras y las notas musicales se convirtieron en lamentos desesperados, en gritos de dolor de todas aquellas que dedican su vida a buscar a quienes más han amado.
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Con la garganta a punto de desgarrase, Adriana Moreno suplicó que le devuelvan a su hijo.
"Venía de Coahuila de trabajo, policías los detienen y los desaparecen", relató la mujer que durante 12 años, llena de melancolía, cada 10 de mayo no falta a la marcha para recordarle el mundo que su alma está incompleta.
"Nosotros no festejamos, no es día de festejo, es día de alzar la voz", expresa Moreno y, junto a ella, los ojos llenos de lágrimas de sus compañeras reflejan que viven la misma tragedia.
Las mujeres llegaron de todas partes de la república mexicana porque decidieron convertirse en la voz de miles a las que igual que a ellas les han arrebatado a sus hijos.
Sus casi 80 años, no le impidieron a María Escobar hacer el recorrido. Dice que desde que Jesús desapareció para ella no hay celebraciones sino esperanzas.
"Con esas ilusiones de que a lo mejor me lo encuentro; esa es mi ilusión cuando salimos a buscarlo, lo hago con gusto porque a lo mejor se me atraviesa y a la casa, encontrármelo", dice.
Y ese seria el mejor regalo para todas ellas, dice Silvia, quien ha buscado durante 17 años a su hija y carga junto su corazón la imagen de cómo sería hoy, cuando sonriente, le deseara un feliz día de las madres.
