CIUDAD DE MÉXICO - Funcionarios de México y Estados Unidos participaron en una reunión de seguridad en la que hicieron hincapié en atacar los intereses de negocios de los cárteles del narcotráfico, las armas que utilizan y las adicciones con las que lucran.
La secretaría de Relaciones Exteriores indicó en un comunicado que en las conversaciones llevadas a cabo el jueves se demostró que existe una buena relación entre los gobiernos de los presidentes Joe Biden, de Estados Unidos, y Andrés Manuel López Obrador, de México.
“Las dos delegaciones destacaron las siguientes prioridades: disminuir el tráfico de armas y de narcóticos, reducir la violencia que provoca el crimen organizado, atender las adicciones como un problema de salud pública y atacar las finanzas de las organizaciones criminales que operan en los dos países”, agregó.
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Ambas naciones tienen “amplias coincidencias en los principales objetivos en materia de seguridad”, según Relaciones Exteriores, pero al parecer existen fricciones. López Obrador ha implementado una política de evitar las confrontaciones con los cárteles, e impuso límites a los agentes policiales extranjeros que trabajan en México.
En las conversaciones se hizo énfasis en concretar “un esquema basado en la inteligencia contra el modelo de negocios del crimen organizado”.
Por mucho tiempo México ha dependido de la información de inteligencia de Estados Unidos, pero esa cooperación podría haberse visto obstaculizada por la decisión del gobierno mexicano este año de retirarle la inmunidad a los agentes extranjeros y restringir sus actividades en el país.
México también presionó a Estados Unidos para que dejara en libertad al ex secretario de Defensa Salvador Cienfuegos, que fue arrestado en octubre en Los Ángeles por cargos relacionados con el narcotráfico. México exoneró al general retirado al cabo de una investigación superficial de las pruebas presentadas por Estados Unidos contra él, y después hizo público todo el expediente del caso.
La delegación mexicana fue encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, y la estadounidense estuvo representada por Juan Gonzalez, director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental.
López Obrador ha subrayado la necesidad de atender las causas sociales de la violencia mediante la creación de empleos, becas escolares y programas de aprendices para jóvenes. Pero al mismo tiempo ha dicho que su gobierno no está interesado en arrestar a jefes del narcotráfico ni enfrascarse en enfrentamientos con los cárteles.
Sin embargo, sus políticas no han sido eficaces en el corto plazo para lograr una reducción significativa de la violencia relacionada con los grupos delictivos.