Lluvias e inundaciones ya cobraron una vida y han causado daños severos.
MÉXICO - Al borde de las lágrimas, el hombre le dio un último vistazo a la que hasta ahora fuera su casa.
Sus bienes y patrimonio, como el de cientos de familias en por lo menos media docena de entidades de México, quedaron bajo el agua de las lluvias que provocó la tormenta “Cristóbal”.
"Todo se nos mojó, le cayó el agua arriba a las camas y las colchas están mojadas, porque cayó de arriba", cuenta una mujer de Quintana Roo.
Los efectos del temporal comenzaron a sentirse desde el martes en el sureste de la república y con el paso de las horas ha ido provocando daños en Yucatán, Campeche, Tabasco, Quintana Roo, Chiapas y Veracruz.
En todos estos lugares las escenas de destrucción y tristeza se repiten: con el agua hasta la cintura, los pueblos son evacuados, la gente tiene que dejar todo atrás y en medio de la desolación hay quienes, como un pequeño, solo piensan en rescatar a su gallo.
Las autoridades indicaron que el peligro para estas y otras comunidades aún no ha pasado, porque la tormenta tropical seguirá mostrando por tiempo indefinido su fuerza sobre ellos.
El coordinador de Protección Civil, David León, indicó que por lo menos 7 millones de personas estarán en riesgo durante el tiempo que el ciclón tropical permanezca en México.
"La preocupación en este caso no es el viento, es la cantidad de lluvia. Al moverse lento, deja mucha agua en el territorio por varios días", explica León.
En tanto, los afectados han sido ubicados en albergues. En Yucatán, usaron una escuela, donde damnificados como María Cahuich recuerdan como, en medio de la pesadilla, perdieron todo.
"Ya se había mojado todo, el librero se rompió, todo por el agua, se mojaron las hamacas, el librero, se mojó todo por el agua, no rescatamos nada", dijo Cahuich.
Los improvisados refugios esperan que junto con la lluvia llegue más gente, por lo que su principal reto será evitar que el COVID-19 venga a complicar aún más esta desgracia.
