Tras un emotivo servicio fúnebre, sus restos serán llevados a El Paso, Texas, de donde era originario. La presunta responsables de su muerte le impusieron una fianza de medio millón de dólares.
Cientos de personas dieron el último adiós al oficial Jacob Arellano, quien murió tras ser chocado en dirección contraria cuando apenas iba a su trabajo.
Los servicios funerarios se realizaron este miércoles en la Iglesia Católica St. Paul the Apostle en Richardson.
El oficial Jacob Arellano, de 25 años, había estado en el Departamento de Policía de Dallas durante los últimos tres años y será sepultado el viernes en su ciudad natal de El Paso.
“Esta es una tragedia para nuestro departamento”, dijo el miércoles pasado el jefe de policía de Dallas, Eddie García, cuando anunció públicamente la muerte del oficial Arellano.
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Según el Departamento de Policía de Dallas, Jacob Arellano estaba en el carril central de Spur 408 cerca de Kiest Boulevard cuando un conductor en un sedán que se dirigía hacia el norte en los carriles hacia el sur chocó contra la camioneta de Arellano.
Arellano vestía uniforme y conducía en su auto particular rumbo al trabajo para su primer turno de guardia en la división del Noroeste.
La conductora del otro vehículo, Mayra Rebollar Pineda, de 31 años, enfrenta uan acusacion por homicidio involuntario por intoxicación.
Al oficial Arellano le sobrevive su novia, un hijo pequeño, así como un hermano gemelo, Joshua, quien también es oficial de policía de Dallas.
