Texas - Se acerca el fin del verano y el regreso a clases, lo que significa volver a la rutina de ir a la cama temprano, pero ¿cómo establecerlo?
Según los pediatras de Parkland Health, el truco está en la rutina. Una rutina de descanso y debe dar inicio desde ya.
“Una buena rutina de descanso para su hijo es fundamental para el éxito en el aula, ya que volver a establecer un horario de sueño es un proceso gradual, debe comenzar a hacerlo mucho antes del comienzo del año escolar”, explica Trayce Robinston, MD, pediatra de Haro-Saldivar Health Center de Parkland. “Comience acostándolos 15 minutos antes y despertándolos 15 minutos más temprano; y auméntelo de manera gradual hasta el comienzodel año escolar”.
De acuerdo con el Dr. Robinson, una buena rutina de descanso comienza una hora antes de lahora de dormir y consta de lo siguiente:
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• Cenar una comida nutritiva, pero no demasiado cerca de la hora de dormir.
• Terminar la noche con una actividad tranquila, como leer o bañarse.
• Apagar las pantallas. Las exposición a la luz azul de nuestros teléfonos, tablets y televisiones nos mantiene despiertos a nosotros y a nuestros hijos durante la noche.
• Evitar el azúcar y la cafeína antes de dormir. El agua y la leche son mejores opciones para un buen descanso.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), dormir adecuadamente contribuye a la salud general y al bienestar del estudiante e impacta de manera positiva en el rendimiento escolar. Los estudiantes deberían dormir lo suficiente por la noche para ayudarlos a mejorar la concentración y el rendimiento académico.
¿Cuántas horas de sueño son las adecuadas?
El Dr. Robinson dice que depende de la edad. Los niños en edad preescolar necesitan 12 horas de sueño; los alumnos de primaria, 10 horas; y los de secundaria, por lo menos 8 horas de sueño reparador.
El CDC agrega que los niños y los adolescentes que no duermen lo suficiente están expuestos a un riesgo mayor de padecer problemas de salud, entre ellos obesidad, diabetes de tipo 2, mala salud mental y lesiones. Además, son más propensos a desarrollar problemas de atención y comportamiento, lo que puede contribuir a un bajo desempeño académico en la escuela.