Una mujer decidió reabrir su salón de belleza en Dallas sin importar las órdenes de las autoridades estatales y locales de que los negocios no esenciales, no pueden reabrir hasta nueva disposición por la crisis del coronavirus.
Shelly Luther argumentó que ella necesita trabajar, que al igual que sus empleadas, necesitan pagar sus cuentas y sostener a sus familias. Por eso, indicó que no puede esperar más y reabrió el local.
El gobernador de Texas anunció que este 1 de mayo, reabren negocios no esenciales como centros comerciales, cines y restaurantes. Pero bares, gimnasios, salones de belleza, entre otros, podrían reabrir quizá hasta el 18 de mayo, cuando se haga una evaluación de las cantidad de contagios y muertes por COVID-19 en el estado.
Pero para Shelly, esto no es suficiente y ya empezó a operar, en medio de una controversia entre autoridades locales y el gobernador Greg Abbott. Porque, el juez Clay Jenkins, de la Corte de Comisionado del condado Dallas, dijo ayer que esta zona no está lista. De hecho, ayer informaron sobre otros 135 nuevos casos por COVID-19 y otras 10 muertes.
A la par de esta controversia, el grupo Open Texas ha realizado varias protestas a nivel estatal y cuando se enteraron de esta situación que se ha vuelto viral en redes sociales, acudieron al lugar para apoyarla y la tensión aumentó porque están armados con pistolas y rifles semi automáticos.
Hoy, las autoridades llegaron y le dieron una advertencia final a Shelly Luther, de que debe cerrar o será arrestada. Tras el breve encuentro con la autoridad, ella habló con sus empleadas y les dijo que seguirán trabajando pase lo que pase con ella. Pero deberán cumplir con todas las medidas de higiene y la distancia social entre ellas y los clientes.
Afuera del establecimiento, ha llegado gente a darle apoyo y las personas armadas siguen apostadas en el lugar.
Al momento, el condado Dallas registra 3,240 casos de COVID-19 y 94 fallecimientos.