La Fiscalía abrió un nuevo caso penal contra Hunter Biden, hijo del presidente estadounidense, Joe Biden, por delitos fiscales, según documentos presentados el 7 de diciembre ante un tribunal en California y comparecerá en corte el 11 de enero.
Ese día, Hunter Biden será procesado y tendrá su comparecencia inicial por sus nueve cargos relacionados con impuestos en un tribunal federal de Los Ángeles, ante la jueza magistrada Alka Sagar, según el calendario del Distrito Central de California.
El hijo de Biden, de 53 años, enfrenta nueve cargos incluyendo la falta de declaración y pago de impuestos y declaración de impuestos falsa o fraudulenta, de acuerdo con la imputación que fue entregada en una corte federal en Los Ángeles.
En concreto, los fiscales lo acusan de no pagar aproximadamente $1.4 millones en impuestos federales durante un periodo de cuatro años: desde 2016 hasta 2019.
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Hunter Biden, señala la Fiscalía en el documento de 56 páginas, "gastó millones de dólares en un estilo de vida extravagante en vez de pagar sus impuestos".
La imputación fue liderada por el fiscal David Weiss, el mismo que ya presentó una primera imputación al hijo del presidente demócrata a mediados de este año por tres cargos relacionados con la compra y posesión de armas, que es ilegal cuando se trata de una persona con adicciones, y que él adquirió en 2018.
Esta nueva acusación llega una semana antes de que el hijo del presidente tenga que testificar ante la Cámara de Representantes, como parte de una investigación del legislativo sobre las presuntas irregularidades cometidas por parte del presidente para beneficiar a los negocios de su familia.
El pasado mes de octubre, Hunter Biden se declaró no culpable ante un tribunal en Delaware de los cargos que se le imputan por comprar una pistola en 2018 mintiendo al afirmar que no estaba consumiendo drogas, a pesar de que admitió posteriormente que estaba luchando contra su adicción al crack.
Los cargos contra el hijo del mandatario demócrata son el resultado de una investigación que se abrió en 2018 durante el gobierno de Donald Trump y que el propio expresidente, ahora aspirante a la nominación presidencial republicana, ha usado para atacar a Biden, con quien podría enfrentarse en las elecciones de 2024.
La investigación, que ya dura cinco años, desembocó este año en un acuerdo entre la defensa de Hunter Biden y el equipo de acusación liderado por el fiscal David Weiss, nombrado por Trump, que podría haber puesto fin al drama judicial.
Sin embargo, ese pacto colapsó y ahora Hunter Biden se enfrenta a un juicio que probablemente se desarrolle en plena campaña para los comicios de noviembre de 2024.