El miedo a ser deportados y separados de sus familias, se ha convertido en la preocupación principal de la comunidad inmigrante. Esto, según un estudio por la doctora Luz Garcini, sugiere que el 23% de las personas indocumentadas que viven cerca de la frontera con México sufren de algún trastorno mental.
La doctora Garcini detectó que había muchos casos de inmigrantes que podrían influenciar las leyes pero no había números concretos, lo cual la motivó a llevar a cabo dicho estudio con la ayuda de diferentes organizaciones pro inmigrantes en diferentes zonas fronterizas.
Participaron más de 240 personas que han vivido en la frontera con México en los últimos 10 años. Los resultados muestran la poca accesibilidad que tienen dicha población a servicios de salud mental.
Por lo tanto señala Garcini que hay una gran necesidad de informar de que manera el estrés puede llevar a situaciones de depresión y ansiedad y que en la mayoría de los casos se requiere de la ayuda de un psicólogo o un psiquiatra.
Según el estudio un 14% sufre de un trastorno depresivo mayor, un 8% de pánico y un 7% de ansiedad generalizada.
La psicoterapeuta Nidia Ramírez indica que la ansiedad no sólo se está manifestando mentalmente, pero también físicamente y síntomas podrían verse hasta en los más pequeños por lo que recomiendan enfrentar sus preocupaciones y hablarlo entre familia.
