WASHINGTON - La Corte Suprema de Estados Unidos falló el martes que los inmigrantes que solicitan asilo bajo testimonio de que sus vidas corren peligro si son regresados a sus países de origen, no necesariamente tienen garantizado que el relato sea creíble.
Los jueces, por unanimidad, fallaron en contra de dos decisiones de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, donde se aplica la regla de credibilidad de los testimonios de solicitantes, a menos que un juez de Inmigración establezca lo contrario.
La decisión se centró en dos casos donde los inmigrantes evitaron la deportación basados en sus testimonios para pedir asilo, según reporta el diario The New York Times.
En un caso, la Corte Suprema falló contra Cesar Alcaraz-Enriquez, tras la decisión de un juez de Inmigración que ordenó su regreso a México porque una ley federal no permitía benevolencia para quienes eran condenados por delitos graves.
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LA CORTE SUPREMA REVOCÓ DOS FALLOS DE LA CORTE DE APELACIONES DEL NOVENO CIRCUITO
El inmigrante brindó un testimonio donde admitió que le había pegado a su novia pero que lo había hecho para proteger a su hija, según el diario. Pidió asilo porque temía por su vida si regresaba a México.
Como el juez no cuestionó el testimonio, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito tomó sus dichos como veraces.
Inmigración
El juez Neil Gorsuch, elegido por el entonces presidente Donald Trump, dijo en su opinión en nombre de la Corte Suprema que ‘’durante muchos años, y en muchos disensos, el Noveno Circuito ha procedido con la opinión de que, en ausencia de un hallazgo de credibilidad adverso explícito, debemos asumir que los argumentos fácticos [del inmigrante] son verdaderos o al menos creíbles”.
En su razonamiento, Gorsuch añadió que dicha regla no está autorizada y que le otorga el beneficio de la duda a los inmigrantes.
El segundo caso corresponde a un ciudadano de China, Ming Dai, quien había extendido su permiso su estadía en EEUU como turista.
Durante la audiencia en un juicio de deportación, Ming pidió asilo, ofreciendo un conflictivo relato del temor por su vida si era regresado a China.
Como el juez de Inmigración no cuestionó su relato, la Corte de Apelaciones con sede en San Francisco, falló a favor de Ming y ordenó la aprobación de su caso de asilo, que finalmente fue revocado por la Corte Suprema.
La presunción de credibilidad de los solicitantes de asilo en EEUU ante jueces de Inmigración sufrió un duro revés con el fallo de la Corte Suprema, que devolvió ambos casos a la Corte de Apelaciones para que aplique las respectivas órdenes.