Durante casi 40 años, el brutal asesinato de Terri McAdams permaneció sin resolverse, pero con la ayuda del campo emergente y de vanguardia de la genealogía genética de investigación, el Departamento de Policía de Arlington (APD por sus siglas en inglés) y la oficina del FBI en Dallas, finalmente identificaron a su asesino.
El 14 de febrero de 1985, McAdams fue encontrada gravemente golpeada dentro de un apartamento en la cuadra 2500 de Walnut Hill Circle. La oficina del Médico Forense del condado de Tarrant dictaminó que la causa de su muerte fue un traumatismo contundente. También había pruebas de que había sido agredida sexualmente.
El apartamento pertenecía a su prometido, que en ese momento se encontraba fuera de la ciudad en viaje de negocios. Fue descartado desde el principio como sospechoso.
Los investigadores creen que el asesino entró al apartamento a través de una puerta corrediza de vidrio que conectaba con un dormitorio.
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Aunque los detectives llevaron a cabo una investigación exhaustiva del asesinato en ese momento, nunca se realizaron arrestos. Desde entonces, la Unidad de Homicidios de APD ha revisado el caso varias veces, trabajando para ver si los avances en la ciencia forense, la tecnología u otros procesos de investigación pueden ayudar a resolverlo.
En 2021, se enviaron varias pruebas físicas del caso a un laboratorio para realizar pruebas de ADN. A partir de esa prueba, se desarrolló un perfil de ADN para un sospechoso masculino desconocido. Ese perfil se ingresó a una base de datos nacional de perfiles de ADN de delincuentes condenados, personas desaparecidas y delitos sin resolver, pero desafortunadamente nunca se logró un resultado.
En agosto de 2023, el departamento se acercó a la oficina local del FBI en Dallas para ver si el caso McAdams podría ser un buen candidato para la genealogía genética investigativa (IGG), un proceso que combina ADN de la escena del crimen no identificado con una investigación genealógica meticulosa y el uso de registros públicos históricos.
El equipo IGG del FBI acordó ayudar con el caso y después de varios meses de trabajo, una pista desarrollada mediante técnicas IGG condujo al descubrimiento de un posible sospechoso: un hombre llamado Bernard Sharp.
El 3 de noviembre de 1985, casi nueve meses después del asesinato de McAdams, el sospechoso estuvo involucrado en un doble asesinato y suicidio en Arlington.
Sharp le disparó a tres personas, matando a dos de ellas, antes de dispararse a sí mismo. Debido a que Sharp había fallecido, no había ADN disponible que el equipo del IGG pudiera usar para comparar. Sin embargo, pudieron identificar y localizar a un pariente genético cercano de Sharp.
A principios de este año, personal de la APD y el FBI viajaron fuera del estado para reunirse con el familiar, a quien no identificamos por respeto a su privacidad.
El familiar accedió a proporcionar al equipo una muestra de ADN la cual fue enviada al Centro de Identificación Humana del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte de Texas, y este mes, los resultados de laboratorio confirmaron que Sharp era compatible genéticamente con la muestra de ADN sospechosa recuperada de la escena del crimen.
“Con el paso de los años, sería fácil perder la fe y aceptar que este caso tal vez nunca se resuelva. Pero la familia de Terri nunca perdió la esperanza y nuestros detectives nunca flaquearon. Ahora podemos brindar las respuestas que este departamento ha querido brindar durante casi cuatro décadas. No puedo decir lo suficiente sobre nuestras asociaciones con nuestras agencias federales. Estoy muy agradecido con la oficina del FBI en Dallas por trabajar con nosotros en este caso. No estaríamos aquí hoy sin su apoyo”, dijo el jefe de policía de Arlington, Al Jones.
