WASHINGTON — Un paquete de ayuda emergente por COVID-19 de 900,000 millones de dólares de un grupo bipartidista de legisladores prácticamente colapsó el jueves luego que el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, dijo que los senadores republicanos no darán su apoyo a un paquete de 160,000 millones de dólares para fondos locales y estatales como parte de un potencial intercambio en el acuerdo.
El personal de McConnell informó a los principales negociadores que el líder republicano no ve un camino hacia un acuerdo en un aspecto clave de la propuesta actual de los legisladores —una versión reducida de la protección por responsabilidad para compañías y organizaciones que enfrenten potenciales demandas legales por COVID-19— a cambio de los fondos estatales y locales que los demócratas buscan.
El líder del Partido Republicano criticó los “polémicos rescates estatales” durante un discurso en el Senado, mientras insistía en que se necesita un paquete de ayuda más específico.
La firme postura de McConnell, que no parece contar con los suficientes votos republicanos para un compromiso de largo alcance, crea un nuevo estancamiento sobre el paquete de más de 900,000 millones de dólares, pese a varios días de labores de un grupo bipartidista de legisladores con el objetivo de llegar a un acuerdo.
Ahora, la acumulación de proyectos de ley amenaza la aprobación necesaria de la medida de financiación del gobierno prevista para el viernes. Si no es aprobada en el Congreso, eso podría provocar un cierre del gobierno federal el sábado.
La oficina de McConnell confirmó que es “poco probable” que el intercambio propuesto por el grupo bipartidista sea aceptable, en momentos en que continúan las negociaciones del paquete de ayuda por COVID-19. Un demócrata de alto rango había compartido previamente los puntos de vista del líder republicano bajo condición de anonimato a fin de discutir conversaciones privadas.
Plazos, reales y percibidos, no han sido suficientes para llevar a las facciones de Washington a un acuerdo, pese a que Estados Unidos superó la marca histórica de 3,000 muertes diarias por coronavirus y los hospitales se aproximan a los límites de su capacidad debido a los contagios a nivel nacional.
La Cámara de Representantes levantó la sesión por algunos días, y los líderes advirtieron a los miembros de la cámara baja que se prepararan para regresar a Washington a votar sobre los acuerdos de fin de año, mientras que el Senado tenía planeada una inusual sesión el viernes.
El colapso sobre el paquete de ayuda por COVID-19, luego de días de reuniones privadas de un grupo de legisladores hartos de la inacción, se produce mientras el presidente Donald Trump ha llevado las negociaciones en otra dirección, insistiendo en una nueva ronda de pagos de estímulo de 600 dólares para la mayoría de los estadounidenses.
Enviar pagos directos a los hogares no estaba incluido en la propuesta bipartidista, pero ha sido acogido por algunos de los críticos más duros del presidente, incluida la representante Alexandria Ocasio-Cortez y el senador Bernie Sanders, quien presentó una enmienda para incluir los pagos junto con el aliado de Trump, el senador Josh Hawley.
Sanders dijo que el momento sin precedentes que enfrenta la nación con la pandemia de coronavirus y sus consecuencias económicas requiere que el Congreso “tome medidas sin precedentes”.