Este artículo es parte de Bísness School, una serie que destaca a uno de los grupos de empresarios con mayor crecimiento en Estados Unidos, los latinos. Puedes escuchar o mirar el video de la conversación completa con Guillermo Zamarripa al final del artículo.
Guillermo Zamarripa sabía que quería involucrarse en el mundo del fútbol desde que era muy pequeño.
“Ningún familiar mío fue jugador de fútbol profesional ni nada por el estilo”, recordó Zamarripa. “Era simplemente lo que uno pensaba. Cuando crecí en México, quería ser futbolista profesional. Y sí, creo que toda mi infancia giró en torno a eso”.
Zamarripa, quien creció en Tampico, una ciudad en el estado mexicano de Tamaulipas, comenzó su carrera futbolística jugando en la segunda división de la liga mexicana cuando era un adolescente. Pero pronto se dio cuenta de que no tenía lo necesario para llegar a la primera división del país.
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“Tenía algo de experiencia, digamos, en fútbol profesional, pero no era lo suficientemente bueno para jugar en la primera división de México. [Aun así] tomé la decisión consciente de utilizar el fútbol para poder conseguir una beca universitaria”.
Zamarripa utilizó su experiencia futbolística para obtener una beca del Instituto de Tecnología de Nueva York, lo que lo ayudó a conseguir un trabajo corporativo en la ciudad de Nueva York y, finalmente, lanzar su primera empresa de gestión, CMAS, en 2010.
EEUU
“Realmente comencé a sentir curiosidad por ser emprendedor”, reflexionó Zamarripa.
Con CMAS, Zamarripa ayudó a otros atletas a hacer lo que él hizo: utilizar sus talentos atléticos para conseguir becas universitarias en Estados Unidos. Una de esas jugadoras fue Charlyn Corral, una delantera mexicana que actualmente juega para la selección nacional de México y el Pachuca de la Liga MX.
Trabajar con Corral ayudó a Zamarripa a lanzar CMAS, pero también le permitió experimentar de primera mano los desafíos de trabajar en el deporte femenino.
“No había ningún ángulo comercial”, explicó Zamarripa. “No había ningún patrocinio. Era más fácil conseguir un patrocinio para un jugador de tercera división [masculino] en México que conseguir un patrocinio para jugadoras de la selección nacional del lado femenino”.
Según la base de datos de contratos deportivos en línea Spotrac, en 2014, el salario mínimo de la Liga Nacional de Fútbol Femenino para una jugadora en los Estados Unidos era de $6,842 al año. En México, el país donde nació Corral, el salario mínimo para una jugadora de fútbol era de $500 pesos mexicanos al mes en 2017, equivalente a casi $25, según ESPN Deportes.
Zamarripa quería cambiar eso.
En 2014, Zamarripa y su cofundador y excompañero de habitación en New York Tech, Oscar González, lanzaron TMJ, una agencia deportiva dedicada exclusivamente al fútbol femenino. Su primer contrato fue para Corral, quien firmó con el equipo finlandés Merilappi United ese año. Su contrato incluía un salario base de $500 al mes y una bicicleta.
“La bicicleta [le] permitiría ir desde su casa hasta las instalaciones de entrenamiento en Finlandia”, describió Zamarripa. “Es difícil poner en palabras lo difícil que era en esa época hacer cualquier cosa en el fútbol femenino”.
A pesar de las críticas frecuentes de sus conocidos debido a la falta de crecimiento financiero de TMJ durante casi ocho años, Zamarripa persistió.
“Simplemente creíamos que estábamos liderando el deporte”, comentó Zamarripa. “Creíamos que en algún momento íbamos a poder explotar y escalar y el mundo vería lo injusto que había sido con las atletas femeninas”.
Hasta que finalmente sucedió.
En 2020, TMJ comenzó a ver una serie de avances en la industria. El contrato de la clienta Deyna Castellanos con Nike Global marcó el primero para una jugadora de fútbol femenino hispana en la historia de la marca. En 2021, la compañía dice que registró un crecimiento del 20% en ingresos, seguido de un 83% en 2022. Los ingresos provinieron de contratos de representación, consultoría y comerciales, según la empresa.
Hoy, TMJ tiene presencia en 29 ligas en 21 países, fichó a la jugadora más cara en la historia del fútbol femenino (Racheal Kundananji) por más de $2 millones en 2024 y ha generado $30 millones a través de la gestión.
Guillermo Zamarripa habló con Bísness School de TLMD sobre por qué decidió forjar una carrera en una industria que generaba pocos ingresos en ese momento. Sus respuestas han sido editadas por motivos de longitud y claridad.
Bísness School: ¿Qué significa TMJ?
Guillermo Zamarripa: TMJ significa “The Marketing Jersey”. El concepto del nombre surgió de la comprensión de que queríamos ser más que una simple representación. Queríamos desarrollar un ángulo comercial y un ángulo de marketing para las atletas con las que trabajamos.
BS: ¿Qué decía la gente cuando les contabas que ibas a lanzar una agencia dedicada al fútbol femenino?
GZ: “No pierdan el tiempo. El fútbol femenino es basura. No inviertan recursos en ayudar a las atletas femeninas”. Quiero decir, esa fue una preocupación que probablemente duró unos siete u ocho años desde 2014. Ahora, eso ha cambiado drásticamente. Pero al principio no encontré a nadie dentro de mi sistema de apoyo o, ya sabes, a mi alrededor que realmente apoyara lo que estaba haciendo, que es invertir en el fútbol femenino cuando en ese momento, nadie lo estaba haciendo.
BS: Has dicho antes que tienes grandes sueños para los próximos 50 años del fútbol femenino. En un mundo ideal, ¿dónde estará el fútbol femenino en 2074?
GZ: Ojalá esté más cerca de lo que ganan los hombres. Sigo pensando que va a llevar un tiempo. No hay duda de que entendemos el valor del fútbol masculino y los parámetros y los tomadores de decisiones que están involucrados. Creo que va a llevar un tiempo, pero definitivamente puedo ver que esa brecha se está acortando. Y eso es todo lo que podemos esperar en este momento. Creo que hay diferentes parámetros que vemos día a día. Las jugadoras de fútbol ahora pueden tomar una decisión entre tener un trabajo de tiempo completo o simplemente ser una atleta profesional.
Mira la conversación completa con Guillermo Zamarripa para saber cómo él y su cofundador Oscar González lograron los primeros siete años de TMJ y lo que él ve como el futuro del fútbol femenino en los Estados Unidos.