Miles de trabajadores estadounidenses de transporte privado planean estacionar sus autos y hacer piquetes en los principales aeropuertos de Estados Unidos el miércoles en lo que los organizadores dicen que es su huelga más grande hasta el momento en una campaña por mejores salarios y beneficios.
Conductores de Uber y Lyft planean huelgas de un día en Chicago; Filadelfia; Pittsburgh; Miami; Orlando y Tampa, Florida; Hartford, Connecticut; Newark, Nueva Jersey; Austin, Texas; y Providencia, Rhode Island. Los conductores también planean realizar manifestaciones al mediodía en los aeropuertos de esas ciudades
Rachel Gumpert, portavoz de Justice for App Workers, dijo que los conductores de transporte compartido en otras ciudades también pueden manifestarse o hacer huelga durante al menos parte del día.
Uno de los conductores movilizados, Lázaro López, explicó los motivos: "Nos siguen bajando las tarifas de pago, pero suben la comisión que se llevan ellos. Ya no nos alcanza para cubrir los gastos y vivir decentemente".
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Su colega Jonathan Cruz agregó: "Vemos cada vez menos el resultado de nuestro trabajo. Hace dos años podía cubrir gastos, pero ahora la situación es difícil".
Ante la convocatoria, Uber minimizó el impacto al asegurar que "la gran mayoría de conductores está satisfecha" y Lyft prometió garantizar ingresos semanales mínimos del 70%. Pero los trabajadores insisten en que ese porcentaje no alcanza para compensar la constante merma.
La compañía agregó que el martes que no espera que la huelga tenga mucho impacto en sus operaciones en el Día de San Valentín.
"Este tipo de eventos rara vez han tenido algún impacto en los viajes, los precios o la disponibilidad de los conductores", dijo Uber en un comunicado. "Esto se debe a que la gran mayoría de los conductores están satisfechos".
Gumpert describió el transporte compartido como una “taller de explotación móvil”, en el que algunos trabajadores dedican habitualmente entre 60 y 80 horas por semana.
Justice for App Workers, que dice representar a 130,000 trabajadores de transporte y reparto, busca salarios más altos, acceso a atención médica y un proceso de apelación para que las empresas no puedan desactivarlos sin previo aviso.
Gumpert dijo que las huelgas del año pasado en los fabricantes de automóviles estadounidenses, que dieron lugar a contratos más lucrativos para sus trabajadores sindicalizados, ayudaron a envalentonar a los trabajadores del transporte privado.