INDIANÁPOLIS, Indiana — Los principales aspirantes republicanos a la carrera presidencial de 2024 se comprometieron el viernes en la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle a defender la Segunda Enmienda constitucional a toda costa, insinuando que las nuevas restricciones a las armas de fuego tras los tiroteos masivos en diversas partes de Estados Unidos sólo perjudicarían a los propietarios de armas respetuosos de la ley.
La reunión de tres días con miles de los miembros más activos de la organización en el centro de convenciones de Indianápolis tuvo lugar pocos días después de los tiroteos masivos en una escuela de Nashville y en un banco de Louisville, Kentucky.
La convención de la NRA (por sus siglas en inglés) del año pasado se llevó a cabo después de la masacre en una escuela de Uvalde, Texas.
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Ello ilustra la cruda realidad de que estos tiroteos se han convertido en algo tan habitual en la vida estadounidense que la NRA ya no puede programar sus eventos en un momento en que no ocurran.
Ni quiere hacerlo realmente: la convención también coincidió con el segundo aniversario de la balacera masiva en una instalación de FedEx en Indianápolis, en la que murieron nueve personas.
Nada de eso impidió que los republicanos más destacados acudieran en masa al evento, lo que pone de relieve el poder político de la NRA.
“Los políticos que odian las armas nunca deberían irse a la cama sin miedo a lo que esta asociación, y todos nuestros millones de miembros, pueden hacerle a sus carreras políticas”, dijo el director general de la NRA, Wayne LaPierre, dejando entrever que la organización que encabeza podría desempeñar un papel dominante en las elecciones de 2024, luego de la agitación que ha padecido en los últimos años por un intento fallido de declararse en bancarrota, una demanda colectiva y una investigación por fraude.
En lugar de menos armas, el exvicepresidente Mike Pence pidió fondos federales para agentes escolares armados y más instituciones para enfermos mentales, aunque las enfermedades mentales no son el principal motor de los tiroteos masivos.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que se había resistido a implementar cualquier restricción a las armas en su estado a pesar de que esa postura es impopular.
El expresidente Donald Trump dijo ser “el presidente más favorable a las armas y a la Segunda Enmienda” en la historia del país.
“Seré su amigo leal y paladín intrépido una vez más como el 47mo presidente de Estados Unidos”, declaró ante la multitud, prometiendo crear un nuevo crédito fiscal para reembolsar a los maestros “el costo total de un arma de fuego de portación oculta”, así como capacitación en el uso de armas impartida “por expertos altamente calificados.”
Algunos de los políticos republicanos que intervinieron en el acto se declararon entristecidos por los recientes tiroteos, pero la mayoría dedicó más tiempo a criticar a los demócratas, a criticar las restricciones y las vacunas contra el COVID-19, y a hablar de la seguridad en la frontera entre Estados Unidos y México.
Todo ello le pareció bien a muchos de los asistentes, que no creen que las restricciones a las armas sean la respuesta para poner fin a los tiroteos masivos.
“Nadie quiere ver la violencia que se ve en las escuelas y demás hoy en día”, dijo Randy Conner, instructor de la NRA en el uso de pistolas y fusiles, que vive en Waynesburg, Pensilvania. “Pero no creo que quitarle las armas a los ciudadanos de a pie vaya a cambiar nada de eso en absoluto”.
Este fue el primer evento público al que acude Trump desde que fue arrestado e imputado en Nueva York la semana pasada por cargos de delito grave, derivados de un pago a la actriz porno Stormy Daniels a cambio de que no hiciera declaraciones sobre presuntos amoríos extramaritales de Trump durante su campaña de 2016.
El hecho de que estuvieran presentes sus agentes del Servicio Secreto derivó en que los asistentes no pudieron portar armas en la convención.
El expresidente hizo algunas referencias a las numerosas investigaciones a las que se enfrenta. En lugar de que el gobierno persiga a criminales curtidos, se quejó: “Al único al que quieren procesar es a Donald Trump”.
Su presentación del viernes es la primera vez que él y Pence hablan en el mismo acto de campaña en el mismo día desde su distanciamiento tras la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos. Pence está sopesando postularse a la presidencia para 2024.
Pence recibió abucheos dispersos cuando empezó a hablar, a pesar de estar en un estado del que fue gobernador. El exvicepresidente había faltado a varias reuniones conservadoras en los últimos años tras haber sido abucheado e interrumpido durante sus reuniones anteriores.
Más tarde, Trump subió al escenario y dijo sarcásticamente que esperaba que el público le hubiera dado una cálida bienvenida a su exvicepresidente.
Pence se refirió a los dos recientes tiroteos masivos y señaló que su corazón y sus oraciones estaban con las familias de las víctimas, entre las que había tres estudiantes de 9 años. Pero sentenció: “No necesitamos control de armas. Necesitamos control del crimen”.