WASHINGTON DC - El presidente Joe Biden pidió al Congreso este miércoles que suspenda los impuestos federales a la gasolina y al diésel durante tres meses, una medida destinada a aliviar las presiones financieras en las gasolineras que también revela la toxicidad política de los altos precios de la gasolina en un año electoral.
Biden volvió a cargar este miércoles contra las empresas petroleras, a las que acusa de no refinar suficiente crudo, y pidió que bajen "ahora mismo" el precio del combustible para los consumidores.
"En las últimas dos semanas, el precio del crudo ha caído más de diez dólares por barril. Normalmente esto reduce los precios en la gasolinera unos 25 centavos por galón (3.78 litros) y, sin embargo, algunas gasolineras solo los han reducido unos centavos", lamentó Biden durante una comparecencia sin preguntas en la Casa Blanca.
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El presidente hizo estas declaraciones mientras pedía al Congreso de su país que apruebe su propuesta para eliminar los impuestos federales a la gasolina y el diésel durante julio, agosto y septiembre.
El plan de Biden dejaría sin efecto de manera temporal el impuesto de 18 centavos por galón de gasolina y el de 24 centavos por galón de diésel que impone el gobierno federal para financiar, entre otras cosas, el mantenimiento de las autopistas.
El mandatario defendió que la fuerte recuperación económica del país tras la crisis provocada por la pandemia permitiría al gobierno realizar las obras necesarias para mantener las carreteras del país sin necesitar el dinero proveniente de estos impuestos.
No está claro, sin embargo, cuánto ahorro se trasladaría a los consumidores, y los republicanos no han tardado en calificar la propuesta de un "truco" electoral que, además, sólo serviría para aumentar la ya desbocada inflación.
Biden ha querido mandar un mensaje a los conservadores, asegurando que el problema de los precios no radica en una falta de producción de crudo estadounidense, sino en que las compañías petroleras del país no refinan suficiente petróleo por el cierre de refinerías durante la pandemia.
El jueves, la secretaria de Energía de EEUU se reunirá con los ejecutivos de varias de estas compañías, como Chevron o ExxonMobil, para tratar de buscar soluciones a la histórica subida de los precios del combustible.
La Administración del demócrata culpa principalmente a la invasión de Ucrania ordenada por el presidente ruso, Vladimir Putin, de la subida de los precios del carburante, y defiende que es el precio que los estadounidenses deben pagar para que Rusia no "se salga con la suya".
El precio de un galón de gasolina en Estados Unidos alcanzó el pasado 11 de junio los $5, un récord que se produjo cuando el país vive la inflación más elevada en 40 años. Hace un año, en junio de 2021, el precio medio del galón de gasolina se situaba en $3.07, prácticamente dos dólares por debajo del actual.
Además, en 20 de los 50 estados de EEUU los precios están por encima de los $5 por galón, especialmente en la costa oeste del país.
Los legisladores republicanos han tratado de culpar más a Biden, diciendo que creó un ambiente hostil para los productores de petróleo nacionales, lo que provocó que su producción se mantuviera por debajo de los niveles previos a la pandemia.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, se burló de la idea de una exención del impuesto a la gasolina en un discurso en febrero. “Pasaron un año entero librando una guerra santa contra la energía estadounidense asequible, y ahora quieren usar una gran cantidad de dinero de los contribuyentes para ocultar las consecuencias”, dijo.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, expresó previamente sus dudas sobre el valor de suspender el impuesto federal a la gasolina.
Los funcionarios de la administración dijeron que se pagaría el costo de $10,000 millones de la exención del impuesto a la gasolina y que el Highway Trust Fund se mantendría completo, a pesar de que los impuestos a la gasolina constituyen una fuente sustancial de ingresos para el fondo. Los funcionarios no especificaron nuevas fuentes de ingresos.
El presidente también ha pedido a las empresas de energía que acepten márgenes de ganancia más bajos para aumentar la producción de petróleo y la capacidad de refinación de gasolina.
Esto ha aumentado las tensiones con los productores de petróleo: Biden ha juzgado que las empresas están ganando “más dinero que Dios”. Eso inició una cadena de eventos en los que el jefe de Chevron, Michael Wirth, envió una carta a la Casa Blanca diciendo que la administración “ha buscado en gran medida criticar, y en ocasiones vilipendiar, nuestra industria”.
Cuando se le preguntó sobre la carta, Biden dijo sobre Wirth: “Es levemente sensible. No sabía que herirían sus sentimientos tan rápido”.
Las empresas de energía tienen previsto reunirse el jueves con la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, para discutir formas de aumentar el suministro.
COMUNICADO DE LA CASA BLANCA
En este momento, el gobierno federal cobra un impuesto de 18 centavos por galón de gasolina y un impuesto de 24 centavos por galón de diésel. Esos impuestos financian carreteras críticas y transporte público, a través del Fondo Fiduciario de Carreteras.
El presidente también está pidiendo al Congreso que se asegure de que una exención del impuesto a la gasolina no tenga un efecto negativo en el Highway Trust Fund. Con nuestro déficit ya reducido en un histórico $1.6 billones este año, el presidente cree que podemos darnos el lujo de suspender el impuesto a la gasolina para ayudar a los consumidores mientras usamos otros ingresos para completar el Highway Trust Fund por el costo de aproximadamente $10,000 millones. Esto es consistente con la legislación propuesta en el Senado y la Cámara para promover una exención responsable del impuesto a la gasolina.
El presidente Biden entiende que una exención del impuesto a la gasolina por sí sola no aliviará el aumento de los costos que hemos visto. Pero el presidente cree que en este momento único en el que la guerra en Ucrania impone costos a las familias estadounidenses, el Congreso debe hacer todo lo posible para brindar a las familias trabajadoras un respiro.