La campaña electoral de Joe Biden lanzó este sábado un mensaje contundente contra el republicano Donald Trump, antes de su discurso en la gran convención de la derecha estadounidense CPAC, señalando que "al partido de Trump le importan un comino los latinos".
En un comunicado, enviado a EFE, la directora de medios hispanos de la campaña de Biden, Maca Casado, criticó las propuestas migratorias de Trump, favorito para ser el candidato republicano en las elecciones de noviembre próximo y quien ha adoptado una retórica antimigratoria en sus mítines de campaña.
Trump ha llegado a afirmar que los migrantes "envenenan" la sangre del país y ha delineado planes que van desde deportaciones masivas hasta la construcción de centros de detención gigantes para enviar a los migrantes en situación irregular en Estados Unidos.
Además, no ha descartado volver a separar a las familias migrantes en la frontera, como hizo durante su mandato.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. >Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo 39 aquí.
"Hace apenas unos días, nos enteramos del plan de Donald Trump de separar más familias, desplegar soldados de combate para construir campos de detención masiva y apresar a inmigrantes como si fueran ganado... ¿y él todavía cree que puede apelar al voto latino haciendo un intento estéril en la CPAC?", cuestionó Casado en su comunicado.
La portavoz recordó que el expresidente, que gobernó EEUU entre 2017 y 2021, ha "demonizado y criminalizado constantemente a los latinos para su beneficio político".
"Trump usó su tiempo en la Presidencia para atacar y despreciar a la comunidad latina una y otra vez, ha repetido frases de dictadores y líderes autoritarios como un loro... e incluso ha dicho, en múltiples ocasiones, que los inmigrantes estamos envenenando la sangre del país", añadió Casado, nacida en Venezuela.
A continuación, la portavoz afirmó que la comunidad hispana sabe la verdad: "Al partido de Trump le importan un comino los latinos".
Trump ha dejado claro que planea invocar una serie de leyes aprobadas por el Congreso en 1789, conocidas como las leyes de extranjeros y de sedición, que permiten al Gobierno arrestar y deportar a los "hombres extranjeros de una nación enemiga" en caso de guerra.
Estas leyes podrían evocar escenas como las vividas en Estados Unidos en la década de 1950, cuando alrededor de 1.3 millones de inmigrantes mexicanos indocumentados fueron deportados bajo la presidencia de Dwight D. Eisenhower (1953-1961), en lo que fue la operación de deportación más grande de la historia del país.