Un informe de la policía recientemente publicado está dando una nueva perspectiva de lo que ocurrió momentos antes y después de que una mujer hispana cayó de una montaña rusa en Six Flags.
Rosy Esparza, de 52 años, murió cuando se cayó del “Texas Giant” el 19 de julio.
La policía de Arlington dio a conocer un informe del incidente donde incluyó entrevistas con decenas de empleados y testigos, entre ellos miembros de la familia de Esparza.
Según el informe, un empleado le dijo a la policía que cuando revisaron el seguro de Esparza, notaron que “estaba un poco alto, o no tan seguro como debería de ser”, pero el sistema de seguridad del juego indicaba que estaba completamente asegurada.
El empleado, explicó que la montaña rusa tiene un panel de control que anuncia cuando alguien no está seguro. Si hay un problema con el seguro, el panel de control se ilumina y el juego no puede avanzar.
El mismo empleado dijo que la mujer estaba viajando en el “tren rojo”, el mismo que les había dado problemas a principios de la semana.
Otro empleado dijo que pensó que “el seguro no estaba hasta el fondo en el muslo”, pero dijo que estaba lo suficientemente abajo y que los sensores lo registraron como seguro.
La policía llegó a la conclusión que nada indica que hubiera conducta criminal y decidió que la muerte de Esparza fue un accidente.
Los registros muestran que la montaña rusa había recibido el mantenimiento adecuado.
Los representantes de Six Flags mantienen que el juego es seguro y que no hubo problemas mecánicos antes del accidente.