Hace casi 30 años, O.J. Simpson se convirtió en un fugitivo en el centro de la persecución policial más famosa en la historia de Los Ángeles.
El 17 de junio de 1994, Los Ángeles quedó hipnotizado por la cobertura noticiosa televisiva en vivo de la persecución, que comenzó después de que la policía de Los Ángeles anunciara en una conferencia de prensa que Simpson, miembro del Salón de la Fama de la NFL y ex estrella del fútbol americano de la USC, era un fugitivo de la justicia. quien fue buscado por los asesinatos de su exesposa y Ron Goldman.
El impactante anuncio provino del subjefe de LAPD, David Gascón, en la sede del departamento.
O.J Simpson
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo 39 aquí.
"El Departamento de Policía de Los Ángeles, en este momento, está buscando activamente al Sr. Simpson", dijo Gascón.
Más tarde, ese día, comenzó la infame persecución en el condado de Orange.
Miles de personas vitorearon, colgándose de los pasos elevados de las autopistas y deteniéndose para salir de sus autos. Algunos sostenían carteles y coreaban: "¡Vete, O.J.!"
Su conductor, mejor amigo y excompañero de equipo de los Buffalo Bills, Al "A.C." Cowlings, en una llamada con la policía, dijo que Simpson tenía una pistola en la cabeza y quería ir a su casa. Al caer la noche, Simpson estaba dentro de su casa de Brentwood, donde la policía le permitió beber un vaso de jugo de naranja y llamar a su madre antes de detenerlo.
Simpson fue acusado de dos cargos de asesinato en primer grado por la muerte a puñaladas el 12 de junio de su exesposa Nicole Brown Simpson y su amigo, Ronald Lyle Goldman. Cowlings nunca fue acusado.
El “Juicio del Siglo” de O.J. Simpson duró casi un año y resultó una obsesión nacional, con denuncias de racismo, de incompetencia policial, celebridades y violencia doméstica.
Simpson fue exonerado en 1995, en un fallo que dividió al país. Los blancos en general pensaron que Simpson era culpable y los afroamericanos, que era inocente.
Familiares de las víctimas radicaron demandas civiles contra Simpson y en 1997 se le ordenó pagar $33.5 millones a los parientes de su exesposa y de Goldman. Parte de sus bienes fueron confiscados y rematados, pero el grueso de esa suma no ha sido abonado.
Simpson estuvo preso nueve años tras ser condenado por robo y secuestro, a raíz de un episodio en el que trató de recuperar objetos suyos mal habidos en Las Vegas, según dice. Fue liberado en el 2017 y ha estado alejado del candelero.
La familia de Simpson anunció el jueves que murió a los 76 años después de una batalla contra el cáncer.