ESPAÑA - La jugadora española que recibió un beso en los labios de parte del presidente de la Federación tras la final de la Copa Mundial femenina compareció este martes en un tribunal para testificar en el caso de abuso sexual contra el exoficial.
Jenni Hermoso estuvo presente en el tribunal de Madrid para dar su versión del beso de Luis Rubiales tras la victoria de España ante Inglaterra en la final en Sydney en agosto.
“Todo ha ido bien”, le dijo Hermoso a los reporteros tras su comparecencia. “Todo queda en las manos de la justicia y muchas gracias por el apoyo que habéis tenido”.
De acuerdo con las nuevas leyes, Rubiales pdoría enfrentar una sentencia de prisión de entre uno a cuatro años de ser encontrado culpable. La nueva ley eliminó la diferencia entre “acoso sexual” y “abuso sexual” bajo las leyes de consentimiento sexual.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. >Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo 39 aquí.
El incidente provocó indignación en el fútbol mundial y llevó a una de las peores crisis del deporte español. También llevó a un boicot de las campeonas mundiales de la selección y a la eventual renuncia de Rubiales a pesar de que negó cualquier delito y que aseguró que el beso fue consensuado.
Se esperaba que Hermoso reiterara su versión en el juzgado de que el beso fue sin su consentimiento y que Rubiales y su personal la presionaron a ella y su familia para que le restara importancia al incidente que empañó el primer título de la Copa Mundial femenina de España.
La prensa española dijo que Hermoso le pidió al juez mantener su aparición en el tribunal en privado. Arribó portando un abrigo gris y saludó a los periodistas antes de ingresar al tribunal por la puerta principal junto a sus abogados.
La fiscalía del Estado acusó a Rubiales de abuso sexual y coerción, argumentando que intentó convencer a Hermoso y sus familiares de restarle importancia al beso.
El juez también escuchará testimonio de otras jugadoras, entrenadores y oficiales de la Federación antes de decidir si inicia un juicio.
Anteriormente Rubiales negó cualquier delito al juez que impuso una orden de restricción para que no contactara a Hermoso.
Hermoso, de 33 años, indicó el año pasado que recibió amenazas como consecuencia del beso, aunque no dio detalles.
Hermoso se convirtió en casi una celebridad en España tras denunciar el beso y ayudar a promover el movimiento “Me Too” en el país. Fue una presentadora durante la celebración del Año Nuevo en la televisión pública el sábado y pidió por un año 2024 más equitativo.
El boicot de jugadoras terminó el año pasado después de que les garantizaron que habrían cambios dentro de la Federación tras la intervención del gobierno.