LONDRES (AP) -- Robeisy Ramírez cerró de manera brillante la participación de Cuba en el boxeo de los Juegos Olímpicos, al ganar el domingo la segunda medalla de oro para la isla en este deporte en Londres 2012.
El peso mosca, que exhibió un nivel supremo a lo largo de la competición, se deshizo por 17-14 del mongol Tugstsogt Nyambayar en la final. El título mejoró la posición de Cuba en el medallero general, a 13 preseas (cinco de oro) en la cita británica.
Cuba, que llegó con ocho púgiles a los Juegos, mejoró también los resultados boxísticos de Beijing 2008, cuando consiguió ocho preseas pero ninguna de oro, una circunstancia que no se había presentado desde México 1968. Antes del triunfo de Ramírez, su compatriota Roniel Iglesias se había coronado en la categoría welter ligero el sábado, mientras que el peso gallo, Lázaro Alvarez y el ligero Yasnier Toledo aseguraron el bronce.
Ramírez, de 18 años, arribó a los Juegos como firme promesa para subir a lo más alto del podio tras conquistar el oro en los pasados Juegos Panamericanos de Guadalajara y no decepcionó en su primera cita olímpica.
En su ascenso, el púgil de Cienfuegos dejó en el camino al japonés Katsuaki Susa en la primera ronda, al tailandés Chatchai Butdee en los octavos de final, al británico Andrew Selby en los cuartos y al irlandés Michael Conlan en las semifinales. A todos los batió por al menos cinco puntos de diferencia, demostrando una superioridad técnica aplastante.
"Junto a los ingleses que peleaban en casa, este ha sido mi rival más duro. Hice lo que mejor sé hacer, que es boxear", dijo Ramírez. "No esperé demasiado y ataqué cuando me mandaron, intentando ponerme en ventaja pronto".
Nyambayar venía de derrotar en semifinales al campeón del pasado Mundial de Bakú, Misha Aloian, precisamente el púgil que eliminó a Ramírez de aquel torneo. Su mayor logro hasta llegar a Londres era un segundo lugar en el Mundial de Milán 2009.
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Ya en la final, Ramírez tardó poco tiempo en establecer su dominio sobre el mongol. Peleando con su habitual paciencia e inteligencia táctica se llevó el primer asalto por 5-6 y, en el segundo, buscó capitalizar la ansiedad de su rival con certeros contragolpes, con lo que mantuvo la ventaja en 10-9. El asalto definitivo fue también para el cubano, que se sirvió de su movilidad y buena defensa para anotarse una tarjeta favorable de 7-5 y su primer oro olímpico.
"La medalla es un orgullo grande", destacó Ramírez. "Ya solo por repetir aquí el título del Mundial Juvenil (de 2010) con sólo 18 años es muy grande. Creo que nadie lo había hecho antes, pero no me considero el mejor boxeador de los Juegos. Yo no me doy ese voto".