Rodrigo Hernández 'Rodri', cerebro de la selección española campeona de Europa y del Manchester City, logró este lunes el Balón de Oro 2024, la segunda vez que un jugador español consigue el trofeo.
Asimismo, se convirtió en el segundo hombre nacido en España que gana el Balón de Oro, 64 años después de que Luis Suárez se impusiera en 1960, mientras que Aitana Bonmatí completó un doblete histórico para el fútbol español.
Alfredo di Stefano, nacido en Argentina pero nacionalizado español, lo ganó en dos ocasiones, en la segunda edición del galardón, en 1957, y en la cuarta, dos años más tarde, cuando el premio estaba reservado a futbolistas europeos.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo 39 aquí.
Rodri es, además, el primer jugador del Machester City que se hace con el premio, después de que sus compañeros Kevin de Bruyne, en 2022, y Erling Haland el pasado año, subieran al podio, como tercero y segundo respectivamente.
Si se suman los Balones de Oro femeninos, un premio creado en 2018, en total son cuatro los futbolistas nacidos en España que lo han ganado, ya que Alexia Putellas lo ganó en 2021 y 2022 y su compañera Aitana Bonmatí logró este año su segundo gaardón consecutivo.
Formado en la Academia del Atlético de Madrid, en la que ingresó con 11 años en el 2007, Rodrigo, también luce con orgullo su pasado y sentimiento rojiblanco.
"El Atlético de Madrid es mi casa, donde me lo han dado todo. Probablemente sea el club donde más cosas he vivido. Es en este club donde empieza la ilusión de que puedo llegar a ser profesional”, confesó el futbolista en DAZN en diciembre del pasado año 2023.
Porque es en el Atlético donde el ahora mejor futbolista del planeta comienza a dar sus primeros pasos. Nacido en Madrid el 2 de junio de 1996, en 2007 se alista en el Atlético de fútbol base procedente del Majadahonda. En 2012 asciende al juvenil B y un año después se marcha al Villarreal, que también interviene decisivamente en su progreso.
“Llegó un momento en el que se cambió la directiva y gestión del club y entendían que la vía sería por otro lado. Apostaban por un estilo más físico y noté que la confianza que tenía de antes no era la misma”, explicaba Rodri en la misma entrevista.